The Story of Jesus

La Resurrección de Lázaro Parte 2

Parte 9b

Jesús le dijo,

“Yo soy la resurrección y la vida. El que crea en mí, aunque muera, vivirá, y el que viva y crea en mí no morirá jamás. ¿Creéis en esto?”

Marta le dijo,

‘Sí, Señor. Creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el enviado de Dios a este mundo’.

Después de decir esto, ella se fue y llamó en secreto a María, su hermana, diciendo,

‘El Maestro está aquí y te está buscando’.

María se levantó rápidamente y fue a ver a Jesús. Jesús no estaba todavía en Betania, sino que esperaba en el mismo lugar donde Marta le había dejado.

Los judíos que consolaban a María y a Marta en su casa, vieron que María se levantaba rápidamente y se iba. Supusieron que iba al sepulcro a llorar y la siguieron.

Cuando María llegó adonde estaba Jesús, se postró a Sus pies y le dijo,

Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto’.

Jesús la vio llorar, y vio también llorar a los judíos que habían venido con ella. Él gimió en su espíritu y, afligido, preguntó

“¿Dónde lo habéis puesto?”

Ellos le dijeron,

Señor, ven y mira’.

Jesús lloró.

Los judíos que vieron llorar a Jesús dijeron,

‘¡Mira cómo lo amaba!

Pero otros dijeron,

Si él pudo abrir los ojos de los ciegos, ¿no podría haber evitado que Lázaro muriera?

Después de gemir, Jesús se acercó al sepulcro que estaba en una cueva con una piedra apoyada en la abertura.

Dijo Marta,

‘Señor, el cuerpo está descompuesto, pues lleva muerto cuatro días’.

Jesús le dijo,

“¿No te dije que si creías verías la gloria de Dios?”.

Así que, siguiendo las instrucciones de Jesús, quitaron la piedra de delante del sepulcro.

Jesús levantó los ojos y dijo,

“Padre, te agradezco que me escuches. Sé que siempre me oyes, pero quiero que la gente que está aquí crea que tú me has enviado”.

Entonces Jesús, con gran voz, dijo,

“Lázaro, ven afuera”.

Lázaro salió del sepulcro, tenía las manos y los pies atados con vendas de sepulturero y el rostro cubierto con una servilleta. Jesús les dijo,

“Desenvolvedlo y soltadlo”.

Muchos de los judíos que habían acudido a consolar a María y a su hermana Marta, vieron cómo Jesús resucitó a Lázaro y creyeron en Él.

Otros salieron y contaron a los fariseos lo que había hecho Jesús.