The Story of Jesus

Discurso de Despedida a los Discípulos – Parte 3

Parte 3c

“Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos.

Sois mis amigos si hacéis las cosas que yo os mando. Ya no os llamaré mis siervos, porque un siervo no sabe lo que hace su Señor. Pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que he escuchado del Padre, os las he revelado a vosotros.

Vosotros no me elegisteis a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os designé para que fuerais y produjerais fruto, y que vuestro fruto perdurara. Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dará a vosotros.

Todas estas cosas que os mando que hagáis, son para que tengáis amor los unos por los otros. Si el mundo os odia, sabed que también me ha odiado a mí antes de odiaros a vosotros.

Si fuereis del mundo, el mundo os amaría, porque el mundo ama lo suyo. Pero vosotros no sois de este mundo, porque yo os he elegido del mundo, por eso es que el mundo os odia.

Recordad las palabras que os he dicho ‘Un siervo no es más grande que su Señor’. Si a mí me persiguieron, también os perseguirán a vosotros.

Si no hubiera venido a hablarles a ellos, no habrían pecado. Pero ahora, no tienen excusa para su pecado. El que me odia a mí, odia al Padre. Esto está ocurriendo para que se cumplan las Escrituras que dicen:

‘Ellos me odiaban sin motivo’.

Cuando venga el Consolador que yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de la Verdad, él dará testimonio de mí. También vosotros daréis testimonio de mí, porque habéis estado conmigo desde el principio.

Os he dicho estas cosas para que vosotros no tropecéis. Os perseguirán, y se acerca el tiempo en que os matarán y pensarán que están haciéndole un servicio a Dios.

Ellos harán estas cosas porque no conocen al Padre, ni a mí. Pero os he dicho estas cosas para que las recordéis cuando yo ya no esté.

Voy a ir a estar con el que me envió. Y ninguno de vosotros me está preguntando,

‘¿Adónde vais?’

Porque yo os he dicho que me voy, vosotros os habéis entristecido.

Pero os digo la verdad, que es conveniente para vosotros que me vaya. Si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros. Pero si me voy, yo os lo enviaré.

Cuando venga el Consolador, convencerá al mundo del pecado, de la justicia y del juicio, porque ellos no creen en mí;

De justicia, porque voy al Padre, y ya no me veréis más.

Yo tengo muchas más cosas que deciros, pero ahora no podéis comprenderlas.

Pero cuando venga el Espíritu Santo, el Espíritu de la Verdad, os guiará en toda la verdad.

Él no hablará de sí mismo, sino que él dirá las cosas que oye y os contará las cosas que están por venir. Él me glorificará, porque tomará lo que es mío y os lo anunciará a vosotros”.