The Story of Jesus

Discurso de Despedida a los Discípulos

Parte 3a

Jesús les dijo,

“No dejéis que se aflija vuestro corazón. Creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones. Si no fuera así, os lo habría dicho.

Voy a prepararos un lugar, y si voy y os preparo un lugar, yo vendré otra vez y os acogeré conmigo para que donde yo esté vosotros también estéis.

Y a donde yo voy, vosotros conocéis el camino”.

Tomás le dijo al Señor,

No sabemos adónde vais y ¿cómo podemos conocer el camino?

Jesús le dijo,

“Yo soy el camino, y la verdad y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí.

Si me conocierais, sabríais que mi Padre me ha enviado. Y desde ahora le conocéis y le habéis visto”.

Felipe respondió y dijo,

‘Muéstranos al Padre y eso nos bastará’.

Jesús les dijo,

“¿He estado con vosotros todo este tiempo y no me reconocéis ni sabéis quién soy? ¿Cómo podéis decir: muéstranos al Padre?

¿No creéis que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?

Las palabras que os hablo no son mías, son las palabras del Padre que está en mí. Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí, o de otra manera, creed por motivo de las obras que he hecho.

Esta es la verdad que en realidad debéis comprender. El que cree en mí hará también las obras que yo hago.

Hará obras más grandes que éstas, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, el Padre lo hará por vosotros, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Pedid cualquier cosa en mi nombre y yo la haré.

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. Es el Espíritu de la verdad, al que el mundo no puede recibir, porque no puede verle ni conocerle. Él permanecerá en vosotros y vivirá en vosotros.

Yo no os dejaré huérfanos. Vendré a vosotros. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros sí me veréis. Porque yo vivo, vosotros también viviréis.

En aquel día (Pentecostés o el período que comenzó ese día), sabréis que yo estoy en mi Padre, y que vosotros estáis en mí, y yo en vosotros.

El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. El que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y me revelaré a él”.

Judas (no Judas Iscariote, que se había marchado), dijo al Señor,

‘¿Qué va a pasar, que te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?’

Respondió Jesús y le dijo,

“Si un hombre me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada en él.

Quien no me ama ni guarda mis palabras, tampoco gestá guardado las palabras del Padre que me envió”.