The Story of Jesus

Caifás y el Sanedrín

Parte 3

Anás envió a Jesús atado a Caifás, el sumo sacerdote. Y se reunieron en casa de Caifás todos los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas.

Los sumos sacerdotes y todo el consejo buscaban falsos testigos contra Jesús para poder darle muerte. Vinieron muchos testigos falsos, pero ninguno se puso de acuerdo, y no pudieron encontrar nada malo en Jesús.

Dijo uno,

Jesús dijo que podía destruir el templo de Dios hecho con manos y edificar otro no hecho con las manos en tres días’.

Pero ninguno de los testigos estuvo de acuerdo.

Finalmente, el sumo sacerdote se levantó en medio de Jesús y le dijo,

‘¿No vas a responder a ninguna de las acusaciones que estos testigos están formulando contra ti?’

Jesús guardó silencio y no respondió.

De nuevo, le preguntó el sumo sacerdote,

‘¿Eres tú el Cristo el Mesías, el Hijo del Bendito? Te exhorto por el Dios vivo, dinos si eres o no el Cristo, el Hijo de Dios’.

Jesús le dijo al sumo sacerdote,

“Habéis dicho que lo soy. Sin embargo, os digo que en el futuro veréis al Hijo del Hombre sentado a la derecha del poder y viniendo en las nubes del cielo.”

El sumo sacerdote rasgó sus vestiduras y dijo,

‘Él ha dicho una blasfemia. ¿Qué más testigos necesitamos? Vosotros habéis oído su blasfemia. ¿Qué os parece?

Respondieron los demás,

‘Él es digno de muerte’.

Y todos le condenaron a Él para ser digno de muerte.

Los hombres que sujetaban a Jesús se burlaban de Él y le golpeaban. Y algunos empezaron a escupirlo y a cubrirle el rostro y a preguntarle,

‘¿Quién te ha golpeado?’

Le golpearon con las manos y le hicieron muchas otras cosas denigrantes a Él.