Jesús bajó de la montaña con Sus discípulos y encontró un lugar llano.
Se le unió una multitud de otros discípulos y un gran número de personas de toda Judea y Jerusalén y multitudes de la costa de Tiro y Sidón que habían venido para escucharlo y para ser sanados de sus enfermedades. Cuando Jesús vio a la multitud, sanó a los que estaban enfermos y a los que padecían alguna dolencia.